domingo, 15 de mayo de 2011

Venezia

Domingo, el pronóstico del tiempo no podía ser peor, lluvia.... salimos del hotel a las 8:30 hrs. y el cielo se ve con nubes amenazantes, pero en nuestro fuero interno esperamos que no sea de lluvia o por lo menos tan pronto.

La llegada de ayer, luego de más de 600 km., y de noche no permite explorar donde estamos, sabemos que el zarpe a Venezia es al otro día temprano, atrás ha quedado Barcelona, Niza, Mónaco, y toda la Costa Azul y la Riviera francesa, hemos cruzado los apeninos para llegar a este punto que nos dispone a conocer la magia de estas islas y canales.
Dejamos el bus, para tomar nuestro transfer que nos adentra en los canales principales que unen las islas, para llegar a nuestro destino la Plaza San Marcos, ha comenzado a llover y a pesar de ello, la belleza de las construcciones que vamos dejando a nuestro paso son maravillosas. La Historia cuenta que fue creada con fines estratégicos y que en los canales existen verdaderas carreteras, que impidieron muchos intentos de conquista de Napoleón, hasta que un veneciano entregó las rutas que permitieron la invasión, en la actualidad existe una señalización en base a pilotes de madera que sobresalen del agua, permitiendo la navegación de embarcaciones de diferentes tamaños, incluidos transbordadores (una de las islas tiene transporte vehicular) y modernos cruceros.




Una vez desembarcados, la invitación que hace la ciudad a conocerla, es inmediata, caminar por la plaza es imposible por la lluvia que se ha dejado caer, pero existen extensos corredores de las edificaciones que la circundan que permiten contemplar la majestuosidad de las construcciones. Nuestro punto de llegada es un taller donde se trabaja el Cristal de Murano, y para llegar vamos pasando calles, mejor dicho pasadizos muy estrechos, cruzando puentes sobre canales que son las verdaderas calles. El trabajo del artesano en vidrio nos deja atónito, la maestría y la rapidez para crear en menos de cinco minutos un caballo estilizado... el calor del horno ha permitido secarnos un poco y entrar nuevamente en calor...

El recorrido nos lleva luego por pasajes que dan cuenta de las fiestas con miles de máscaras que exponen en los escaparates, productos bordados y tejidos, todos los artículos de decoración posible en cristal, hasta llegar a las grandes marcas que dictan la moda europea... luego un espacio para almorzar y secarse definitivamente, en espera que deje de llover para recorrer los canales en góndolas...Ah de almuerzo, pizza napolitana y margarita, acompañado de música italiana en saxo...

Dejamos el local de comida, mientras avanzamos se escuchan acordes de piano, violines, cello y acordeón, que acompañan a otros comensales...

Llegamos a la Plaza y en el embarcadero nos esperan nuestras góndolas que nos llevaran por los canales, acompañados de champaña y un par de artistas que al ritmo del acordeón entonan canciones italianas... la experiencia es única, ir avanzando por los canales tan estrechos como las calles, pero que a la vuelta de la esquina aparecen góndolas en sentido contrario, botes a remo o lanchas, y de pronto un puente que cruza en lo alto de una calle a otra, o una puerta de acceso directo del canal, a su vez muchas ventanas de donde cuelgan flores y enredaderas que dan vida.

 El día ha sido cansador, pero termina feliz.... un poco mojado por la lluvia, un poco de la tarde... frio...empieza caer

No hay comentarios:

Publicar un comentario